-Enseñar a los niños a tener conducta saludable sobre todo a lo referido a la alimentación y al ejercicio.
- Mejorar la autoestima mediante la propia aceptación del cuerpo y el rechazo a los estereotipos poco saludables que establecen los medios.
-Vigilar a las personas en población de riesgo en cuanto a sus conductas alimenticias, pero sin ejercer control excesivo.
-Educarse sobre el metabolismo humano a fin de comprender cuales son los hábitos alimenticos correctos.
-En caso de obesidad, acudir al nutricionista: nunca emprender una dieta sin supervisión médica.
-Comer en familia, y hacerlo en lo posible en los horarios establecidos y sin prisas. No saltear comidas, y no castigar a los niños mediante la prohibición de alimentarse.
-Educarse y educar ala familia mediante los trastornos alimentarios, y en caso de que alguien presente síntomas relacionados con un trastorno de este tipo, acudir al especialista.
-Ayudar al paciente a encontrar sus propios valores, ideales y objetivos sin dejarse influenciar por el entorno.
-Fomentar la independencia y autoestima del enfermo.
-No negar la situación cuando aparecen síntomas relacionados con psicopatologías alimentarias.
-Evitar concentrarse en su aspecto. Comentarios como “¡ya estas muy delgado!” o “¡come que estas muy flaco!” solo logran que la persona se obsesione mas con su aspecto corporal.
-No obligar al paciente que coma , no criticarle sus actitudes, pues eso probablemente incrementará la obsesión de la persona y hará que se obceque en sus comportamientos. Es preciso tener paciencia.
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